¿Cómo presentar un proyecto de interiorismo?
El interiorismo es una rama artística que permite acondicionar los espacios dando rienda suelta a la creatividad y la imaginación. Si te encanta esta disciplina y deseas saber cómo presentar un proyecto de interiorismo, quédate leyendo este artículo de Cartel Arte.
Exponer un proyecto decorativo paso a paso
La armonía en la decoración no solo resulta visualmente estética, sino que permite experimentar diferentes sensaciones en los que la aprecian.
Muchas veces, la respuesta a cómo presentar un proyecto de interiores, coincide con la de un trabajo de arquitectura. De hecho, es frecuente que ambas propuestas se fusionen en una sola.
A la hora de exponer el trabajo, deben mostrarse una memoria, los planos, una serie de prescripciones técnicas en caso de que las haya y el presupuesto necesario para efectuar las acciones.
En cuanto a cómo presentar un proyecto de interiorismo, debes saber que existen una serie de etapas comunes y predeterminadas en el diseño de interiores que deben ser seguidas. Estas dan coherencia al conjunto de la presentación y ayudan a la correcta organización de la misma.
Si deseas conocer todas y cada una de las fases, sigue leyendo este apartado.
Análisis del lugar de trabajo
En primer lugar, debe entenderse qué es lo que desea el cliente exactamente. Por esta razón, la primera etapa consiste en una entrevista para evaluar cuáles son las necesidades y en qué medida pueden satisfacerse a través del proceso de diseño de interiores.
El profesional debe analizar cuáles son los atributos del espacio que se va a decorar: sus dimensiones, los aspectos arquitectónicos y la presencia de focos de luz natural influirán en el desarrollo y, por tanto, en cómo presentar el proyecto de interiorismo.
El interiorista debe hacerse con los planos del proyecto de construcción originales. Además, necesitará llevar a cabo o solicitar fotografías del espacio para saber qué debe tener en cuenta y determinar un presupuesto máximo para utilizar unos u otros materiales, herramientas o mobiliario. Por último, debe informarse de cualquier reforma que se haya efectuado sobre la primera construcción.
Establecer el concepto
Tras haber recopilado la información necesaria para el desarrollo del trabajo, el siguiente paso a la hora de definir cómo presentar un proyecto de interiorismo es definir el concepto que va a servir de hilo conductor para todas las decisiones que se tomen de aquí en adelante.
Esta fase es la favorita de la mayoría de profesionales que se dedican a la decoración de interiores, ya que en ella pueden jugar con la creatividad. Se eligen formas, colores, texturas y diseños que se adecuan a esta idea conceptual.
No se exploran únicamente las tendencias de colores, decoración y diseño de los ambientes, también las sensaciones que estas provocan en quienes visitan los espacios.
El neuromarketing estudia, por ejemplo, la psicología del color y la respuesta emocional que estos generan en las personas.
Tenemos tan interiorizado que hay colores que representan unos impactos determinados que incluso lo integramos en nuestro lenguaje. ¿Cómo? Llamando colores cálidos a aquellos tonos tierra, el rojo o el naranja, que pueden provocar desde calidez hasta agresividad, mientras que los fríos, como el verde, el blanco o el azul, dan sensación de calma y limpieza, pero también de frialdad y melancolía.
Al final, el espacio que va a ser decorado debe reflejar lo que el cliente desea que refleje, o lo que le represente.
El desarrollo
Tras la aprobación del cliente de la idea conceptual, es necesario darle forma. Para ello se propone lo que se conoce como anteproyecto de interiorismo. ¿En qué consiste esto? Pues, básicamente, en hacer los planos de la propuesta y, en ocasiones, maquetas 3D para que el cliente pueda apreciar mejor el resultado final.
Los presupuestos
Una vez se han establecido en las fases anteriores en qué va a consistir el proyecto y los materiales que se van a utilizar, es necesario adquirirlos y reflejar el coste que van a suponer. Por ello, la siguiente etapa al explicar cómo presentar un proyecto de interiorismo será la elaboración de los presupuestos en función de lo que se tiene que pagar a los proveedores.
Puesta en marcha
Cuando se ha aceptado el presupuesto, se realizan los planos finales y, en caso de ser aprobados, se pone en marcha.
En este último punto es donde empieza la obra y se materializan todas las ideas que se habían ido recopilando en las fases anteriores. Generalmente, esta etapa va calendarizada y se acuerdan unos plazos de “entrega” con el cliente.
Además, se recomienda desarrollar un plan de contingencias por los imprevistos que pudieran surgir, tanto a nivel presupuestario como material.
Terminado este tramo, se da por finalizado el proyecto de interiorismo.
Ejemplo de un proyecto de interiorismo
Uno de los ejemplos que nos viene a la mente a la hora de explicar cómo presentar un proyecto de interiorismo es el que llevamos a cabo en el restaurante escuela de Albacete El Sembrador, el cual pertenece a Cáritas.
Se trata sin duda de una de las experiencias más enriquecedoras que hemos podido vivir en nuestra trayectoria.
Con Antonio Lozano como inspiración, desarrollamos los bocetos de lo que sería la decoración del lugar. Desde el diseño de las lámparas y focos que iluminan las estancias, hasta los cuadros y murales que dan vida a las paredes son obra nuestra. Además, hemos elegido los muebles, la cubertería, la mantelería y todos y cada uno de los detalles.
Incluso los uniformes del personal de la sala y de la cocina han sido cuidadosamente seleccionados por Cartel Arte. Dentro de lo posible hemos empleado materiales naturales y evitando plásticos y derivados.
Esperamos que este post sobre cómo presentar un proyecto de interiorismo te haya resultado útil y entretenido.
Si deseas contar con profesionales creativos para decorar cualquier espacio, ponte en contacto con nosotros.