¿Cuáles son las fases de un proyecto de interiorismo?
Antes de embarcarse en una aventura, lo mejor es estudiar el terreno. Desde Cartel Arte, te ponemos al día de las fases de un proyecto de interiorismo que debes conocer sí o sí para que puedas comenzar y terminar esta gran hazaña con éxito. Coge papel y lápiz. ¿Todo listo para el viaje? ¡Vamos allá!
¿Cómo empezar un proyecto de interiorismo?
Lo primero que hay que hacer es recoger toda la información posible acerca del entorno, ya que los datos que obtengamos van a ser clave en las diferentes fases de un proyecto de interiorismo. Es el momento de sacar el metro y tomar medidas, así como ver la orientación del espacio, la temperatura… Todo ello puede influir para usar unos materiales u otros.
No hay que olvidar, aunque parezca una obviedad, que este es un buen momento para intercambiar datos entre cliente y empresa, pero también saber qué se busca con este proyecto o ir tanteando un presupuesto. No te preocupes, la excursión está a punto de comenzar.
Ahora hay que dejar la mente volar libre, dentro de lo posible, e ir conceptualizando el proyecto. De todas las fases de un proyecto de interiorismo, esta es la más creativa sin duda. Se puede echar mano de proyectos similares ya acabados o, lo que es más divertido, partir de la más pura inspiración, creando algo totalmente único.
¿Cómo se hace un proyecto de interiorismo?
Entre las fases de un proyecto de interiorismo, el anteproyecto es donde se gesta y comienza a materializarse como tal. Aquí saldrán a la luz los planos, y se comienza a trabajar sobre ellos, aportando todo lujo de detalles sobre las dimensiones de las diferentes estancias o plantas si las hubiese.
Los materiales que se van a utilizar, por ejemplo, se ponen también ahora sobre la mesa para ver la calidad, texturas, colores… Igualmente, si se pueden elaborar planos y modelos 3D, es también el momento para ello. Llega la hora de probar todas las ideas, descartar las que no convencen y dar luz verde a las que sí. ¡Agárrate que esto va a despegar!
Con todo ya más o menos cerrado, hay que ir haciendo lo propio con el presupuesto. A propósito, ¿cuánto cuesta realizar un proyecto de interiorismo? Pues… Como todo, depende de lo caro que quieras que sea tu viaje. Pero seguro, seguro, que hay uno perfecto para ti.
Una vez cerrado, entramos en una de las fases del proyecto de interiorismo más necesarias, el proyecto básico, ya que este es el que se presenta para tramitar tanto las licencias como los permisos de obra.
El siguiente paso puede ser elaborar una memoria, pero… ¿Cómo se hace?
Cómo hacer una memoria de un proyecto de interiorismo
Aparte de incluir una portada y los datos, tanto de los propietarios del local, como del interiorista, ¡lo que no puede faltar es la memoria como tal! Esta debe incluir el porqué de la obra y la idea del proyecto. También puede incluir un briefing con las necesidades del proyecto y/o del cliente.
Por otro lado, la memoria se completaría con una memoria técnica, en la que no está de más añadir un desglose de posibles derribos, tabiques, la instalación eléctrica, tipos de pinturas… Vamos, todo lo que se va a cambiar o utilizar, así como los costes de estos materiales.
Una vez más, aquí cobran importancia los planos, ya que deben quedar registrados los cambios. ¿Cómo era el espacio antes del proyecto? ¿Cómo va a quedar? Cada modificación debe reflejarse aquí. Es el diario de abordo de nuestras fases de un proyecto de interiorismo.
Cómo hacer realidad un proyecto de interiorismo
Teniendo como guía el proyecto de ejecución, que es el documento final que va a servir a todo el equipo como referencia en la reforma, se puede comenzar la obra. ¿No? Bueno… Más o menos, ya que, aunque pueda resultar evidente, hay que contratar al equipo responsable de cada uno de los diferentes aspectos: electricidad, pintura…
Aunque quizá no podemos considerarlo como una de las fases del proyecto de interiorismo, no está de más tener en cuenta los tiempos de los proveedores. Sin materiales no hay reforma y hasta no tener la certeza de cuándo va a estar puede ser difícil cerrar un calendario.
Ahora sí, con todo listo, únicamente queda que el interiorista supervise el desarrollo de la obra para que todo vaya según lo planeado. Esto bien puede ser ajustándose al proyecto de ejecución, pero también intentando cumplir los plazos del calendario, ya que todos sabemos cómo van las obras, y a veces… Hay incidentes.
Pero… ¡No vamos a pensar en eso! ¡Seguro que todas las fases de nuestro proyecto de interiorismo han ido como la seda! Ya solo queda poner el broche final. ¡Que se vea el resultado! Eso sí, en caso de haber algún desperfecto o problema relacionado con la obra… ¡En los tres meses siguientes se puede arreglar sin problema! ¡Lo mejor es aventurarse!
Es cierto que las fases de un proyecto de interiorismo siguen un esquema bastante marcado, ¡pero no hay que tenerle miedo! Aunque puede ser un proceso largo, no hay que olvidar por qué nos embarcamos en esta aventura. La oportunidad de darle una segunda vida a un espacio, hacerlo más acogedor, más nuestro…
En definitiva, ¡es una oportunidad de darle vida al espacio! Hacerle vibrar con colores que nunca habías imaginado, tirar tabiques para que pueda respirar… ¿Unas luces nuevas? ¡Seguro que las sombras ahora bailan de alegría!
No mires estas fases como algo que te aleja de tu objetivo, ¡míralo como un proceso artístico de transformación! En menos de lo que te imaginas, ese cuarto, esa casa, ese local, te va a atrapar con su nueva magia. Y créeme, no vas a querer pisar la calle en un buen rato.
Así que ya sabes, si estás dudando en adentrarte en la aventura y pasar por cada una de las fases del proyecto de interiorismo, no lo dudes, coge tu brújula, pero también el pincel y disfruta de este viaje artístico como jamás podrías haber imaginado.